COMO DOCENTE SOY UNA GRAN DELINCUENTE…¿SOY UNA GRAN DELINCUENTE?
Ayer me encontré en una farmacia céntrica con la mamá de unos ex alumnos.
Se sorprendió mucho al escuchar el importe de la cuenta-cuenta corriente- que fui a pagar. Me preguntó por qué tanto, y le comenté la razón. Se sorprendió, y hasta me pidió disculpas por no haberlo sabido, y porque ni se imaginaba por cómo “cumplía” mi trabajo y porque siempre me veía sonriente y como que no tenía “problemas”-según sus expresiones, que las repito con mucho orgullo-
Esta mamá me contó sobre su enojo con los docentes por el paro. Enojo respetable. La escuché. Estaba muy enojada, especialmente, porque se le dificultaban sus días a la mañana por la nena que va a la primaria, porque no tiene con quien dejarla si no va a la escuela.
La escuché. La escuché. Cuando me permitió le dije si ella sabía la razón de los paros. Me dijo que sabía sólo lo que escucha de los políticos, a quienes no entiende mucho porque “hablan en difícil”, pero sí le quedó y fue lo que más la enojó, que escuchó decir a uno –no recordaba a quién porque no conoce a todos y tampoco sabe muy bien los nombres de todos ni sus cargos-que los “docentes son todos unos delincuentes”.
Le pregunté por qué la enojó eso. Me dijo que la enojó porque eso es cierto, porque los docentes son todos delincuentes porque cobran sin trabajar y trabajan poco, y…
Le pregunté entonces si entendió el término delincuente-debido a que me dijo que los políticos hablan en difícil y que no los entiende mucho-, me dijo que sí.
Le pregunté entonces qué es ser delincuente, y muy segura me dijo: un delincuente es alguien que roba, que mata, que “contrabandea”, que secuestra…
Una vez que me entregaron el ticket de pago y facturaran lo nuevo, me despedí de ella con un beso, y con ese apretón de manos que acostumbro sosteniendo su mano entre las mías, y le dije que me alegraba saber que sus tres hijos-dos varones y una nena- que fueron mis alumnos por varios años hacía unos años, siguieran estudiando y trabajando, que les enviara saludo y que sigan así. ¡¡¡Claro, me dijo, ya les dije que quiero que sean alguien en la vida y no como todos estos delincuentes que hay por todos lados!!! …y me fui sonriendo…con un gran nudo en mi corazón…un nudo que parecía que se me subía a la garganta y me la cerraba…porque esa mujer que me confió la educación de sus hijos por tantos años, estaba convencida de que yo soy una delincuente.
Y pensaba en su responsabilidad en habérmelos confiado, incluso hasta años después de egresados, porque seguí preparándolos fuera de mis horarios, incluso en los recreos-gratis-para cada uno de sus exámenes de ingreso a algunas fuerzas y/o empresas del medio…
Me fui así…y miré el ticket de la cuenta que había pagado…eso me alegró porque ese ticket pagado, me habilitaba la farmacia disponible todo el mes para lo que necesito…aunque para todo lo demás iba a hacer malabares…y llevaba en una bolsa hojas de carpeta, biromes y un corrector para mi hijo ( el último ya en la secundaria)…quien me había dicho que se arreglaba son sus carpetas viejas y el uniforme del año pasado.
El otro día, en broma, le dije a una persona que cobraba cierto importe y se sorprendió porque ganaba más que varios de ellos…todavía no le aclaré que eso es lo que preciso sólo para gastos médicos, traslados y gastos fijo, sin contar alimento ni vestimenta, entre otras cosas básicas…pero que mi sueldo es sólo menos de la mitad que eso.
Me quedé pensando en esa mamá y en su nena…y en cómo mis colegas, docentes de esa nena, rompieron la organización hogareña de esa familia.
...Y pensé en mi papá: ¡¡Él siempre tan orgulloso de sus dos hijas docentes!!
Karina winckler –docente sin prontuario conocido-
Ayer me encontré en una farmacia céntrica con la mamá de unos ex alumnos.
Se sorprendió mucho al escuchar el importe de la cuenta-cuenta corriente- que fui a pagar. Me preguntó por qué tanto, y le comenté la razón. Se sorprendió, y hasta me pidió disculpas por no haberlo sabido, y porque ni se imaginaba por cómo “cumplía” mi trabajo y porque siempre me veía sonriente y como que no tenía “problemas”-según sus expresiones, que las repito con mucho orgullo-
Esta mamá me contó sobre su enojo con los docentes por el paro. Enojo respetable. La escuché. Estaba muy enojada, especialmente, porque se le dificultaban sus días a la mañana por la nena que va a la primaria, porque no tiene con quien dejarla si no va a la escuela.
La escuché. La escuché. Cuando me permitió le dije si ella sabía la razón de los paros. Me dijo que sabía sólo lo que escucha de los políticos, a quienes no entiende mucho porque “hablan en difícil”, pero sí le quedó y fue lo que más la enojó, que escuchó decir a uno –no recordaba a quién porque no conoce a todos y tampoco sabe muy bien los nombres de todos ni sus cargos-que los “docentes son todos unos delincuentes”.
Le pregunté por qué la enojó eso. Me dijo que la enojó porque eso es cierto, porque los docentes son todos delincuentes porque cobran sin trabajar y trabajan poco, y…
Le pregunté entonces si entendió el término delincuente-debido a que me dijo que los políticos hablan en difícil y que no los entiende mucho-, me dijo que sí.
Le pregunté entonces qué es ser delincuente, y muy segura me dijo: un delincuente es alguien que roba, que mata, que “contrabandea”, que secuestra…
Una vez que me entregaron el ticket de pago y facturaran lo nuevo, me despedí de ella con un beso, y con ese apretón de manos que acostumbro sosteniendo su mano entre las mías, y le dije que me alegraba saber que sus tres hijos-dos varones y una nena- que fueron mis alumnos por varios años hacía unos años, siguieran estudiando y trabajando, que les enviara saludo y que sigan así. ¡¡¡Claro, me dijo, ya les dije que quiero que sean alguien en la vida y no como todos estos delincuentes que hay por todos lados!!! …y me fui sonriendo…con un gran nudo en mi corazón…un nudo que parecía que se me subía a la garganta y me la cerraba…porque esa mujer que me confió la educación de sus hijos por tantos años, estaba convencida de que yo soy una delincuente.
Y pensaba en su responsabilidad en habérmelos confiado, incluso hasta años después de egresados, porque seguí preparándolos fuera de mis horarios, incluso en los recreos-gratis-para cada uno de sus exámenes de ingreso a algunas fuerzas y/o empresas del medio…
Me fui así…y miré el ticket de la cuenta que había pagado…eso me alegró porque ese ticket pagado, me habilitaba la farmacia disponible todo el mes para lo que necesito…aunque para todo lo demás iba a hacer malabares…y llevaba en una bolsa hojas de carpeta, biromes y un corrector para mi hijo ( el último ya en la secundaria)…quien me había dicho que se arreglaba son sus carpetas viejas y el uniforme del año pasado.
El otro día, en broma, le dije a una persona que cobraba cierto importe y se sorprendió porque ganaba más que varios de ellos…todavía no le aclaré que eso es lo que preciso sólo para gastos médicos, traslados y gastos fijo, sin contar alimento ni vestimenta, entre otras cosas básicas…pero que mi sueldo es sólo menos de la mitad que eso.
Me quedé pensando en esa mamá y en su nena…y en cómo mis colegas, docentes de esa nena, rompieron la organización hogareña de esa familia.
...Y pensé en mi papá: ¡¡Él siempre tan orgulloso de sus dos hijas docentes!!
Karina winckler –docente sin prontuario conocido-
No hay comentarios:
Publicar un comentario